La calidad con la que nos comunicamos con nosotros mismos y con las demás personas, permite lograr nuestros objetivos comunicar adecuadamente nuestros deseos, depende con la eficacia del manejo del lenguaje, por lo mismo es importante el metamodelo del lenguaje aplicado con nosotros mismos y con las demás personas.
Lo que decimos y la manera cómo lo hacemos puede herir de alguna manera, por lo mismo es de tener cuidado con el contenido de nuestro lenguaje. Marshall B. Rosenberg, en su libro Comunicación no violenta, nos habla de la importancia de tener una escucha atenta, respeto y empatía, para favorecer el deseo mutuo de dar de todo corazón; al lograr la comprensión de uno mismo mejoran las relaciones interpersonales, al lograr relaciones más efectivas, más profundas y con su uso podemos resolver disputas y conflictos en todos los niveles.